Pocho, parado sobre el techo de la escuela donde preparaba la comida para los alumnos, intentó frenar la represión desmedida contra la gente. Gritó a un patrullero que se dirigía a la multitud disparando tiros al aire, y el vehículo policial dio la vuelta. Los oficiales se bajaron apuntando sus armas a Pocho, quien gritó:
-¡Bajen las armas! Acá sólo hay pibes comiendo.
El disparo lo arrojó hacia atrás y su cuerpo se desplomó sobre el techo de chapa.
El Angel de la bicicleta -Leon Gieco
Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada, que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes del baño y cárceles
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.
Cambiamos fe por lágrimas
Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma
Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle de donde venimos
Que hacemos, qué pensamos
Si somos obreros, curas o médicos
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.
Cambiamos buenas por malas
Y al ángel de la bicicleta
Lo hicimos de lata
Felicidad por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden
Con cunas y cruces
Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias
Bajen las armas!! Que aquí solo hay pibes comiendo.
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